Una forma de disfrazar las espinacas tan poco aceptadas por muchos en especial los niños, aquí os
dejo esta receta que estoy segura os gustaran a todos.
Se pueden preparar con antelación y tenerlas en la nevera, sacándolas un rato antes de freírlas...el secreto esta en que les de tiempo mientras se fríen a derretirse el queso que llevan dentro...
INGREDIENTES:
Una bolsa de espinacas de las preparadas y lavadas
2 ajos
3 cucharadas de aceite de oliva suave
2 cucharadas de harina
500 ml de leche aproximadamente
Sal, pimienta, nuez-moscada
1 cucharada de mantequilla o margarina
Un cuadraditos de queso por cada bolita
1 cucharada de queso rallado
1 huevo
Pan rallado
Aceite de oliva suave para freír
Preparación:
En una sartén honda ponemos las cucharadas de aceite, freímos los ajos con un golpe, los sacamos y tiramos, solo es para perfumar el aceite.
Ponemos las espinacas tal cual están en la bolsa, repasar por si hay alguna pocha, sofreírlas hasta que cambien de color en ese momento añadimos la mantequilla, la mezclamos, añadimos la harina la rehogamos un poco, vamos añadiendo la leche poco a poco, cocemos a fuego medio unos 15 minutos, la leche según veamos tiene que quedar una bechamel espesa, apagamos el fuego, añadimos el queso rallado, removemos, dejamos enfriar antes de hacer las bolas.
Una vez fría la masa, hacemos las bolas metiendo un cuadradito de queso en cada una, pasamos por el huevo batido y el pan rallado, dejamos reposar en una fuente hasta qué vayamos a freír.
Se pueden tener hechas del día anterior, sacar de la nevera un rato antes para que no estén muy frías y se derrita el cuadradito de queso que está dentro.
Freír en el resto de aceite en una sartén pequeña y honda. para ahorrar aceite podemos utilizar un cazo pequeño.
Servir con ensalada verde y acompañada de salsa Roquefort...
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